peces

 

INTRODUCCIÓN

Entre los animales vertebrados, los peces constituyen una subclase muy bien caracterizada por su perfecta adaptación a la vida acuática, no tienen necesidad de respirar aire atmosférico y, si se les extrae de su medio ambiente, mueren. Tienen un aspecto fusiforme, alargado, con tendencia a ser planos.

 

La cabeza presenta generalmente una terminación aguda en cuya parte más delantera está el llamado rostro; lateralmente están las aberturas nasales. Los ojos son redondos, planos grandes y carecen de párpados; los órganos auditivos no son visibles al exterior. La boca suele estar en el extremo anterior de la cabeza o debajo cuando existe un hocico bien formado. Los dientes están generalmente insertados en las mandíbulas, pero pueden también estar en la lengua o en la faringe, suelen ser cónicos, alargados y agudos.

 

En general, los peces llevan aletas, repliegues de la piel que se destacan del cuerpo como si fueran láminas sostenidas por unas varillas flexibles o rígidas, en número variable y que se denominan radios. Son los órganos más característicos de los peces y tienen una función propulsora o estabilizadora. Las aletas son de dos clases: impares y pares.

 

Las aletas impares están en el plano medio del cuerpo, en 3 regiones: dorsal, caudal y anal, la aleta caudal es el principal órgano para generar el empuje por el que se mueve los peces; las aletas pares (pectorales y pelvianas) son similares pero su base es muy estrecha y se corresponde a las extremidades de los otros vertebrados, las aletas pectorales, suelen estar situadas en el costado, detrás de los opérculos que cubren las branquias, y las pélvicas, que se encuentran en la zona abdominal, entre la cabeza y la abertura anal. Las aletas pueden estar muy modificadas o ausentes, según el modo de vida.