Accidentes oceánicos

 

El origen del 90 % de los terremotos, es tectónico,, relacionado con zonas fracturadas o fallas, que dejan sentir sus efectos en zonas extensas. Otro tipo se origina por erupciones volcánicas; y existe un tercer grupo de movimientos sísmicos, los llamados locales, que afectan a una región muy pequeña. Estos se deben a hundimientos de cavernas, cavidades subterráneas o galerías de minas; trastornos causados por disoluciones de estratos de yeso, sal u otras sustancias, o a deslizamientos de terrenos que reposan sobre capas arcillosas.


Las aguas de los mares son agitadas por los movimientos sísmicos, cuando estos se producen en su fondo o en las costas. A veces sólo se percibe una sacudida, que es notada en las embarcaciones; pero con frecuencia se forma por esta causa, una ola gigantesca que se propaga por la superficie con la misma velocidad que la onda de la marea y, al estrellarse en las costas pueden ocasionar grandes desastres. Estas grandes olas sísmicas se llaman de traslación y también tsunamis o maremotos.