Fosa oceánica

 

Las fosas oceánicas son regiones deprimidas y alargadas del fondo submarino donde aumenta la profundidad del océano. Es una forma de relieve oceánico que puede llegar hasta los 11 km de profundidad.

La temperatura del agua en las fosas oceánicas suele ser muy baja, normalmente entre los 0º y 2 °C. De momento, la fosa oceánica más profunda es la sima Challenger en la fosa de las Marianas con 11.033 metros de profundidad. Aunque no lo parezca, en las fosas oceánicas existe vida marina, como por ejemplo los moluscos.

En el Pacífico occidental se encuentra el mayor número de fosas y las más profundas, con seis fosas que superan los 10.000 m de profundidad.

Durante años sorprendió que las zonas más profundas del océano no se hallasen en su centro, sino junto a las costas de islas volcánicas y continentes. El fenómeno es perfectamente comprensible a la luz de la teoría de la tectónica de placas y la deriva continental, como se explica a continuación.

 

El encuentro de las placas tectónicas, genera en los fondos oceánicos estructuras geológicas llamadas dorsales y fosas oceánicas. Como consecuencia de las corrientes de convección afloran, a través de las dorsales, materiales que forman largas cordilleras submarinas. Sin embargo, existen zonas de subducción, es decir, puntos de contacto entre placas en los que unas se deslizan bajo otras provocando la destrucción de la corteza; son las fosas oceánicas.

   
       
 

Las fosas oceánicas se encuentran en los bordes de algunos continentes y archipiélagos. Son depresiones de gran profundidad en las que se destruye la litosfera oceánica y originan una gran actividad sísmica. Como ocurre en el choque de las placas Indoaustraliana con la Eurasiática y de ésta con la placa Pacífica.

   
   
costaindonesia      
   
     
   
 

Lugares como Japón e Indonesia son sometidos periódicamente a la distensión de las placas que provocan terremotos y tsunamis, con fatídicas consecuencias para la población afectada.